Reducción de pecho: Todo lo que necesitas saber

27.12.2022

Es habitual que la idea de someterse a una cirugía de reducción de pecho genere muchas dudas.
La cirugía de reducción de pecho generalmente tiene como objetivo corregir problemas funcionales, pero al igual que cualquier otro tratamiento, a los pacientes les surgen dudas que hoy queremos resolver en esta entrada de blog.


Con frecuencia la motivación principal es de tipo funcional, como dolores de espalda y/o de cuello, problemas respiratorios, erupciones en la piel del surco mamario por humedad o fricción... Aunque todos ellos son motivos suficientes para acudir a una consulta de valoración, será el doctor el que evaluará el caso y dará al paciente su opinión profesional.


Tejido mamario (grasa o glándula mamaria, la proporción varía según la paciente) y piel. Además, se traslada el pezón y la areola a una posición más alta, donde se considera estéticamente adecuado. Además, si fuera necesario, se reduce el tamaño de la areola, para dejarla acorde al nuevo pecho.


Esto vendrá determinado por el procedimiento que finalmente se lleve a cabo. Siempre existe una cicatriz alrededor de la areola. Además, según el volumen a resecar y la posición de la areola existen una cicatriz vertical o una vertical asociada a una en el surco submamario. Esta última opción es la más habitual y se denomina cicatriz en "T invertida" o en ancla. Estas cicatrices llegarán a ser casi imperceptibles con el paso del tiempo.


Esta intervención se realiza en quirófano bajo anestesia general y tiene una duración de alrededor de 3 o 4 horas, por lo general.


Las cicatrices permanecerán protegidas los primeros días por unas gasas estériles y sobre ellas un sujetador específico con el que sale de quirófano. No se debe quitar en ningún momento durante los primeros 7 días, ya que esto permite que el proceso de curación se lleve a cabo correctamente. La primera revisión con el doctor para retirar el vendaje se realizará pasado estos días. A partir de ese momento, lo puede retirar para la ducha o mientras se lava la prenda.


Tras la intervención de reducción de pecho habrá que valorar el tipo de trabajo que realiza la paciente, si es o no físicamente muy demandante. Si requiere de poco esfuerzo, a los dos o tres días podrá recuperar su actividad habitual, pero si, por el contrario, el trabajo es físico y demanda un esfuerzo mayor, es aconsejable disponer de una o dos semanas.


Al igual que se recomienda no levantar objetos pesados durante el primer mes postoperatorio, ocurre lo mismo con el deporte. Habrá que esperar el mismo tiempo para realizar un ejercicio físico de intensidad moderada a alta.


La capacidad de lactar puede verse alterada. Sin embargo, las técnicas habitualmente empleadas permiten a la mayoría de mujeres que se han sometido a una reducción dar el pecho. Esto se debe a que se mantiene parte de la glándula mamaria conectada al pezón preservando los conductos galactóforos que permiten la salida de la leche.


A partir de las 3 o 4 semanas se podrá comenzar a ver el resultado de la intervención, aunque no será hasta pasados unos meses cuando podrán verse los resultados definitivos, cuando la inflamación haya disminuido y la cicatrización se dé por concluida.


El Dr. Valenzuela le realizará una serie de revisiones en las que se indican pautas a seguir para una correcta evolución del postoperatorio.


Si estás interesada en este tipo de intervención quirúrgica y aún tienes dudas, no dudes en ponerte en contacto con nosotros o pide tu cita de valoración gratuita y sin compromiso con el Dr. Javier Valenzuela, y descubre cómo podemos ayudarte.