Rinoplastia. Todo lo que debes saber.
La rinoplastia es una cirugía que se realiza con la finalidad de reparar o remodelar los defectos propios de la nariz. El objetivo principal de la rinoplastia o cirugía nasal es buscar una armonía facial, porque, en realidad, no se trata únicamente de cambiar el tamaño de la nariz, sino de adaptarla a las características propias de cada persona.

¿Por qué se realiza?
Hay quienes acuden a esta operación quirúrgica para ayudar a aliviar algunos problemas respiratorios, como nariz obstruida por tensión excesiva o desviación del tabique nasal. En este caso se trata de una septoplastia, y aunque su procedimiento sea diferente al de una rinoplastia, ambas operaciones pueden realizarse en la misma intervención quirúrgica.
Entre los principales motivos de los que acuden a una rinoplastia estética se encuentran reducir o aumentar el tamaño de la nariz, cambiar la forma de la punta o del puente nasal, reducir la abertura de las fosas nasales, cambiar el ángulo entre la nariz y el labio superior y corregir un defecto o lesión congénitos. Algunos de los defectos estéticos a los que se enfrenta la rinoplastia son la giba ósea, el hueso que sobresale del dorso de la nariz de una forma curva, las desviaciones hacia la derecha o izquierda de la totalidad de la nariz, las malformaciones congénitas, como las secuelas del labio leporino y paladar hendido y las adquiridas por traumatismos y enfermedades.
Tipos
La rinoplastia se puede realizar de dos maneras:
- Rinoplastia cerrada: Es la técnica preferida por la mayoría de cirujanos y pacientes pues tiene la gran ventaja de no dejar cicatriz visible tras la operación. El acceso a la zona de acción se realiza mediante las fosas nasales por lo que no hay que realizar incisiones exteriores.
- Rinoplastia abierta:El cirujano realiza una incisión en la zona media de la nariz con el fin de acceder más fácilmente a los huesos y cartílagos.
Operación
El procedimiento suele tardar de una a dos horas. Al empezar, puede aplicarse anestesia general o local, dependiendo de lo que indique el cirujano o prefiera el paciente. Normalmente se insensibilizan únicamente la nariz y el área circundante y, por lo tanto, el paciente permanece despierto durante la operación, aunque probablemente sedado. Una vez dormida el área que corresponda, se hace una incisión dentro o fuera de las fosas nasales, dependiendo del tipo de cambio que haya decidido el paciente. Para conservar la nueva forma de la nariz, se puede colocar una férula en su exterior. También es común la colocación de unas férulas plásticas suaves o tapones nasales para ayudar a mantener estable la pared divisoria entre las vías respiratorias.
Postoperatorio
Normalmente el paciente podrá volver a su casa ese mismo día, aunque lo común es que sufra molestias en nariz y cara, que permanecerán hinchadas durante unas horas. Si se le ha colocado un tapón nasal este se podrá retirar después de tres a cinco días. Al principio el paciente tendrá que permanecer en reposo relativo ingiriendo abundantes líquidos y haciendo uso de analgésicos, además de los medicamentos prescritos. Sin embargo, la cicatrización es un proceso lento y gradual, por lo que para una completa recuperación habrá que esperar varias semanas e incluso meses. Para poder disfrutar los resultados finales será necesario esperar hasta un año.
Posibles complicaciones
Entre los riesgos habrá que incluir aquellos comunes a cualquier cirugía: el sangrado, la infección y los hematomas; los propios de la anestesia: reacciones a los medicamentos y problemas respiratorios.
Si estás pensando en someterte a una rinoplastia, lo mejor es que consultes primero a tu médico estético de confianza. Puedes solicitar cita aquí, y evaluaremos todas las posibilidades según tus facciones, así como el proceso que mejor se adapte a ti. En la clínica Dr. Javier Valenzuela somos especialistas en rinoplastia y cirugía facial en Málaga, por lo que estaremos a tu disposición para que descubras, por ti misma, todos los pasos a seguir para llegar a tener la nariz que deseas.