El tabaco aumenta el riesgo de complicaciones en una cirugía plástica y estética, puesto que contiene múltiples toxinas, entre las que destacamos la nicotina. A su vez, en el proceso de combustión del tabaco se produce monóxido de carbono. Ambas son inhaladas, pasan al organismo y producen una disminución de la oxigenación de los tejidos del cuerpo (necesitan oxígeno para poder realizar sus funciones), así como un estrechamiento de los vasos sanguíneos, interfiriendo en la circulación normal de la sangre (que lleva el oxígeno, las defensas y los nutrientes). De esta forma, al no estar bien oxigenados pueden provocarse complicaciones durante y después de la cirugía.
El tabaquismo puede aumentar la posibilidad de padecer complicaciones. Aumenta la posibilidad de:
- Mala cicatrización: La cicatriz es el proceso natural que tiene el cuerpo para reparar un daño en los tejidos, y por lo tanto para reparar los tejidos tras una cirugía, causando: Cicatrices de peor calidad o inestéticas, problemas en el cierre de las heridas, rechazo de puntos de sutura,
- Necrosis de piel y tejidos: La ausencia de la correcta oxigenación de los tejidos y del retraso en el crecimiento de nuevos vasos sanguíneos que llevan el oxígeno a esas zonas y que tienen una mayor demanda por le proceso de inflamación, pueden sufrir de forma que zonas de piel o de grasa pueden necrosarse.
- Infección: Los componentes del tabaco causan alteraciones inmunológicas y un defecto en la oxigenación de tejidos que evitan la correcta actuación del sistema inmune frente a gérmenes, aumentando así el riesgo de una posible infección en la zona de la cirugía.
- Problemas vasculares: Por las alteraciones del estrechamiento de los tejidos y falta de oxigenación.
- Dehiscencia de tejidos: Debido a la alteración en la cicatrización puede llevar a impedir el correcto cierre de la zona de sutura quirúrgica pudiendo llegar a abrirse esa zona.
Estas complicaciones son muy infrecuentes en las intervenciones de cirugía plástica y estética, pero sí aumentan su probabilidad si la paciente es una gran fumadora.
¿Puedo fumar antes de la operación estética?
Está demostrado que las pacientes que dejan de fumar 4 semanas antes de la cirugía tienen:
- Menor posibilidad de complicaciones intraoperatorias.
- Mejor recuperación de la cirugía.
- Mejor resultado estético.
- Mejor cicatrización.
Por ello la recomendación siempre será dejar de fumar antes de la cirugía o intentar reducir al máximo el consumo de tabaco las semanas previas.
¿Qué cirugías de estética se ven más afectadas por fumar?
Dependerá del grado de complejidad de la cirugía. Cirugías grandes como una abdominoplastia, una reducción o mastopexia severa (elevación de pecho), requieren de una movilización de tejidos, cicatrices y puntos de sutura mayores. En estos casos la posibilidad de complicaciones será mayor.
Las cirugías simples o pequeñas se ven poco afectadas por el consumo de tabaco, aunque siempre es recomendable dejar o minimizar el hábito de fumar.
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